Tanto Cirilo de Jerusalén como Dídimo el Ciego trataron del Espíritu Santo en sus obras pero desde un punto de traza pastoral o espiritual, sin querer hacer teología.
el agua: mediante el sacramento del Bautismo, el agua representa el Espíritu otorgando un nuevo inicio.
En todo el pasaje no se menciona al Espíritu Santo. Sin bloqueo, la Iglesia ortodoxa interpreta el pasaje en un sentido trinitario, asumiendo que la voz que se oye es la del Padre y la cúmulo que los envuelve, el Espíritu Santo.
El segundo eje de su argumentación se cimiento en los usos litúrgicos tradicionales. Al hilo de la fórmula bautismal de Mateo: «Id y bautizad a todas las naciones en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», argumenta que si en esa fórmula el Padre no desdeña la comunión con el Hijo y el Espíritu, separarlos en naturalezas distintas es ir contra la voluntad del Padre,[72] hecho del que luego afirma que es la verdadera «blasfemia contra el Espíritu Santo».
Durante el concilio de Calcedonia, los principales pneumatómacos eran Eleusio de Cízico, Marciano de Lampsaco y Maratonio de Nicomedia (que dio nombre a los maratonianos). Las disputas se volvieron intensas y violentas correcto al crecimiento de los grupos de pneumatómacos pero que tenían grupos de monjes que atraían muchos seguidores por su severidad. Desde el año 373 hay una prisión casi ininterrumpida de escritos contrarios a esta doctrina: Basilio en su obra sobre el Espíritu Santo, la carta de Anfiloquio de Iconio, el «Panarion» de Epifanio de Salamis, los «Anatematismos» del Papa Dámaso.
La actividad del Espíritu Santo en estos momentos secreto no solo revela su identidad como parte integral de la Trinidad, sino que incluso enfatiza su rol como Conductor y potenciador en la vida de los creyentes.
La experiencia puede ser expresada de muchas maneras. Sin embargo, muchas personas que han sido bautizadas con el Espíritu pueden reconocerse con lo que escribo aquí:
El hecho histórico de su regeneración y su motivo todavía es una efectividad. Cuando se arrepiente, no necesita “emanar de nuevo” otra momento. No experimenta un segundo bautismo en agua o un segundo bautismo con el Espíritu Santo, porque el bautismo llamativo de agua y del Espíritu se hace eficaz de nuevo cuando se arrepiente.
Esto sugiere que, aunque el Espíritu mora en todo creyente desde el momento de la salvación (Romanos 8:9), hay una obra distinto de empoderamiento que se experimenta de manera distintiva. El bautismo en el Espíritu no es un fin en sí mismo, sino un medio para estar en santidad, ejercitar los dones espirituales y avanzar el Reino de Jehová con poder.
Este acontecimiento marcó el manifestación de un avivamiento espiritual que atinaría zona a la difusión del Evangelio por todo el mundo.
El Espíritu Santo nos hace valientes y nos da un apego especial por los que todavía no conocen a Dios. Con el poder del Espíritu Santo amamos a see here los demás y les mostramos el gozo que trae vivir en paz con Dios.
Dirige a los creyentes cerca de una vida conforme a los principios de Todopoderoso. A través de su influencia, el Espíritu Santo ayuda a las personas a existir en Acuerdo con su Confianza. Esto incluye convicciones sobre el pecado, motivando el arrepentimiento y el crecimiento espiritual.
Pepe Mendoza No huyas más porque Todopoderoso sabe perfectamente quién eres y no quiere que te pierdas en los recovecos de tu propia oscuridad.
Justino ofrece afirmaciones que parecen identificar al «pneuma» con el «logos» aunque acepta la fórmula trinitaria para la celebración del bautismo.